viernes, junio 10, 2016

SOUNDTRACK 184: TOWER RECORDS. AUGE Y CAÍDA


Volvamos un momento, aquellos que pudimos, a pasear por aquella tienda de discos en la que comprábamos nuestros discos, me refiero a discos de vinilo, los únicos que conocíamos entonces. Repasábamos las novedades y buceábamos en los clásicos, delante y en el fondo de las estanterías. Hablábamos con el dueño o los empleados, con quienes compartíamos gustos o no y nos desnudábamos musicalmente, y a quienes pedíamos que nos pinchasen algún tema para saber a qué sonaban las novedades. Pasábamos allí un buen rato de las tardes o las mañanas. Era nuestra tienda de discos, pequeña o grande, según donde viviésemos, la tienda que tiempo después cerró por la crisis o por la pérdida de clientes. Ahora compramos los discos en otra parte, cada vez menos. O ya no los compramos.


Esta sensación la revive uno al ver el documental All things must pass. The rise and fall of Tower Records, dirigido por el actor Colin Hanks. Nadie para de hablar en el film, sobre el auge y la caída de la Tower Records. Cierto, todo debe pasar, o todo lo que empieza acaba. Russ Solomon y quienes fueron sus empleados repasan cómo nació la criatura, cómo creció, cómo crearon un imperio y cómo de la cima se llegó al suelo. Tower Records era la Tienda de Discos por excelencia. Inmensa. De San Francisco a Nueva York. En Japón. En Londres. Inmensa, entrañable, obligatoria. Ahora no hay discos en el solar, duermen desnudos los estantes mientras se aleja la música, consumida de un modo que pierde el encanto original con el que nos cautivó.

1 comentario:

J Aybar dijo...

Es curioso que anuncien que el vinilo crece ... puede ser verdad, pero realmente eso al consumidor clasico le importa poco. La ceremonia nunca volvera. Si, ahora el FNAC esta lleno de vinilos. Eso esta bien. A veces picas. Incluso a veces tienen buen precio. Pero esa cercania, ese pasar los dedos por los discos hasta que se ponian negros en la pequeña tienda de tu ciudad se ha perdido. Por eso me gustan las tiendas de segunda mano. Unos putos heroes ...