miércoles, marzo 26, 2014
DE REPENTE, HALLELUJAH!
Andas como siempre, seleccionando entre novedades de todo género para los momentos del día que le dedicas a tu música, mientras el tráfico y el murmullo urbano te arrebatan la intimidad que necesitas, y no encuentras nada nuevo que te ayude a desenchufarte, a limpiarte por dentro, le das la espalda a aquellos músicos que en su día te encantaban y que ahora, agotados o desnortados, ya no tienen nada que ofrecer, espectros que viajan en un tranvía de otra clase, lo que escuchas no lo retienes… el segundo álbum triste de una banda que prometía, el debut sin aliento de un firmante del que hablan bien y no entiendes por qué, el enésimo disco de un artista sin sentido, la misma historia de un grupo que se cansa a sí mismo, la apuesta distinta de un autor que siempre se queda a medio camino… como cada año a cierta altura, que te preguntas por qué inviertes tanto tiempo en digerir música que viene y se va y de la que no retienes ni un acorde… hasta que llegas al final de la temporada de una serie de televisión que llevas un par de años viendo y en un momento dramático resucita Jeff Buckley y el goteo de su guitarra melancólica para recordarte que la música aún te hace gritar Hallelujah.
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1 comentario:
Nunca me canse de escuchar su aleluya y nunca me cansare. Corrieron el riesgo de quemar el personaje pero gracias al cielo no paso. Acompañalo de su Satisfied Mind y esas ideas de insatisfaccion acerca de lo que esperas de otros no hacen sino multiplicarse. Tanto arte en dos simples discos. Uno postumo. Otros ni en 25 años de carrera ....
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