
Los diez cortes de este Prairie wind recorren la montaña y el campo con la frescura de un viento solitario, destilan melancolía y añoranza, retoman retazos de otras composiciones de Neil Young (This old guitar) pero también aportan matices enriquecedores (la emotiva utilización de instrumentos de cuerda que tiene It’s a dream) a una carrera musical que poco más va a sorprender (ni necesita) a estas alturas, pero que confirman a Young como ese genio siempre único y aún hábil y creativo capaz de regalar un par de canciones sublimes como la que da título al disco y sirve además de tributo al fallecido padre del autor, y la más vigorosa No wonder.

(Credits:
Una vez más demuestra Neil Young que no hay nada tan satisfactorio para un músico como contar con buenos amigos. Después de haber girado y tocado con Crazy Horse, Booker T & The MG’s, Crosby Stills & Nash, Pearl Jam, Jack Nietzsche, Linda Ronstadt, Jim Keltner y un largo etcétera, para su Prairie Wind recupera al Stray Gator Ben Keith y Spooner Oldham, presentes ambos en Harvest Moon –el primero también en Harvest- y se reencuentra con socios de décadas pasadas (Rick Rosas y Chad Cromwell), además de con la reina y madrina country Emmylou Harris, quien le presta su celestial voz para tres canciones.)
Nota: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario