Las viejas bandas vuelven a la carretera o al estudio, a facturar o a entregar, a bañarse en masas o a recogerse en la grabación de nuevas canciones. Pulp, que en los últimos años se había reencontrado en un par de giras de conciertos, ahora despacha un nuevo disco, el primero en 24 años. Evitaré comparar épocas, dejaré lejos el pasado porque Pulp y Jarvis Cocker nunca me sedujeron y de sus álbumes antiguos no conservo recuerdo bueno, ni siquiera de sus éxitos para la posteridad. En el presente, digo que More (Rough Trade, 2025) sí me gusta.
Más, quiere Pulp. Más son once temas que ensombrecen la fusión glamurosa de entonces, cuando salieron de sus largos comienzos oscuros, y se dispersan hacia parajes más contenidos y envolventes. Puede que no sintonizase con ellos en el pasado porque sus contemporáneos del brit pop me ofrecieron golosinas más sabrosas y a Pulp no conseguí encontrarle el gusto de su sofisticación. Un cuarto de siglo después todos somos algo diferentes y nos encontramos más cómodos en la tranquilidad. En More no hallo vestigios de aquellos Pulp queridos y consagrados, quizá por eso me guste un disco tan controlado como este, de los que nos revelan con muy buenas canciones (Spike Island, My sex, Farmers market) la sabiduría de saber envejecer bien, ellos y nosotros.
Nota: 7,5/10