Unas gotas de rock and roll de toda la vida, puro como el alcohol y rugiente como el motor de una moto por la autopista, ponen a tono si fallan las fuerzas o decae el ánimo. Kepa, Jaime, Yñigo, Jabi, Gotxi e Inas cultivan esa receta, tienen la clave. Forman Mary Rockings, un estreno desde Bilbao tras el versado peregrinaje de sus miembros por bandas de la escena rockera vasca. Llevárselos al paladar con su primer disco, al que el nombre del grupo da título, reencuentra a uno con el más enérgico aliento de los guitarrazos del rock americano, con carreteras y barras de bar como escenario.
Tenemos en Mary Rockings otro valioso producto del entorno de Milanamúsica Records, a quienes desde aquí vamos a desear siempre la mayor de las suertes y a seguir sus movimientos. Así que, como pasa con Óscar Avendaño, con Sertucha, con Los Eternos o con Milana, tenemos varias fuentes musicales que confluyen en un mismo río, por cuyo cauce, en el caso de la banda vasca, parece navegar la fuerza inspiradora de The Black Crowes, Ted Nugent y un par de célebres grupos sureños de cabecera. En todo caso, whisky a palo seco, sombreros vaqueros, mesas de billar, conciertos en garitos de buena y mala muerte... Lo que oirás en los siete temas de su debut es rock crudo y sin rodeos que cura las heridas, braman Mary Rockings: la música del infierno, que el cielo parece aburrido. Y engancha.
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