Seguimos entonces. Sin perder el ritmo, sin plazos.
Con Tom Jones,
este zorro viejo. Su presente es dorado, envidiable, para que los músicos
acabados tomen nota. Explica su página web que con la grabación de este Long
lost suitcase (Virgin/EMI, 2015) cierra una trilogía completada por los
excelentes álbumes Praise and blame (2010) y Spirit in the room (2012),
cargados de versiones de ahora y de siempre, algunas conmovedoras, bajo la
producción de Ethan Johns. El tercer capítulo, con un Jones muy joven, en seductora
pose apoyado en una pared (aquí os espero, babies) en la foto de portada, salta
del folk al blues y del rock al country. Mantiene el tono y el clima de sus
hermanos mayores, quizá más compactos, más redondos. Por el filtro de este
viejo Tom Jones, sabio, elegante y aún imponente, pasan esta vez The Rolling
Stones, Hank Williams, Gillian Welch, Los Lobos, Willie Nelson, Dave van Ronk y
otros.
Nota: 7/10
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