Actores (y actrices) buenos (buenas) hay un buen montón. Me paro en ellos en este post, en unos cuantos contemporáneos, por no recordar a alguno que ya ha pasado por aquí (Sean, Russell, Robert), por no citar a otros que también deberían (Denzel, Al, Kevin). Los hemos visto crecer, ganar premios, alternar buenas y malas películas, cargar con el peso de unas y salvar otras mediocres ellos solitos. Nos gustaron desde el primer momento que los vimos o nos fueron seduciendo con el tiempo. Estrellas o ilustres secundarios, son sobre todo tipos normales que nos fascinan por hacernos creer que son otras personas.
Matt Damon. Más que
un chico con cara de buena persona. La facilidad con la que actúa es su mayor
virtud, lo que lo hace cercano aunque sea un agente secreto con amnesia. Sus
trabajos con Soderbergh, de quitarse el sombrero.
George
Clooney. Más allá de la guapura hay un actor solvente y carismático, además de un
gran director de cine. A nadie le sientan tan bien los trajes como a él. Lo disfruto
mucho en Up in the air y Los descendientes.
Leonardo
DiCaprio. Aún creo que no tiene la estima que merece, que sigue siendo el crío que
desea crecer deprisa. Colosal de la mano de Scorsese en El aviador y el El lobo
de Wall Street. No menos en Revolutionary road.
Tom
Hanks. Después de Forrest Gump le descubrimos la grandeza de hacer sencillos
personajes complejos. Me deja con la boca abierta en Náufrago o Camino a la perdición. Grande sin discusión, haga lo que haga.
Ewan McGregor. Al
principio se desbocaba (Trainspotting), ahora es un tipo dócil que actúa como
si nada, como si respirase. El amigo tranquilo, parece, siempre bien en su
sitio. Fantástico en El escritor y en Beginners.
Matthew
McConaughey. No lo redescubro ahora. Me gustó siempre, cuando Tiempo de matar y
Contact, y me cayó bien. Un chuleta que degusta papeles que exigen transformación.
Imponente en Mud y en la serie True detective.
Joaquin Phoenix. Su atractivo es turbador. Lo miro a sus ojos desconcertantes y al labio
asqueado y creo que va a saltar sobre mí desde la pantalla. Me inspira peligro,
también fragilidad. Sublime como Johnny Cash y en The master.
Philip Seymour Hoffman. Me entristeció su muerte. Una gran pérdida para la interpretación. Me imponía,
me daba miedo, me sobrecogía. La última noche, Los idus de marzo, La duda… Qué
bueno era.
1 comentario:
No todos los que dices son igualmente geniales en mi opinion. Seymour Hoffman si lo era. Saludos
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