
Al bueno de Billy Bob lo conocimos la mayoría en su debut como director, Sling Blade (1996), por cuyo guión ganó el Oscar, aunque antes ya había aparecido en una decena de películas en papeles secundarios y escrito un par de libretos. En Sling Blade interpretaba a un deficiente mental, un caramelo de rol al que el actor aportaba una fragilidad sincera y sobrecogedora. El éxito de la película le empujó a proyectos de más envergadura y le unió a directores de prestigio, tanto del cine comercial (Mike Nichols, Michael Bay) como del llamado cine de autor (Joel Coen, Marc Forster). Desde entonces, Thornton ha creado ricos y magníficos personajes, desde el aprensivo Terry Lee de Bandits (Barry Levinson, 2001) al taciturno Ed de El hombre que nunca estuvo allí (Joel Coen, 2001) pasando por el limitado Jacob de Un plan sencillo (Sam Raimi, 1998) o el racista reconvertido y enamorado Hank de Monster’s ball (Marc Forster, 2002)



Tipo mítico Billy Bob, gran actor y músico interesante.
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