martes, noviembre 18, 2008

LIVE IN 65: SOBREDOSIS DE NINA

Un inoportuno virus me ha privado de ponerme al día en cuanto a novedades discográficas y a otras curiosidades musicales, así que he tenido que escoger en el mueble y me he decidido por aquellos discos que una vez me grabó Fer con los trabajos de Nina Simone para los sellos Mercury y Philips. No es que los tuviera olvidados, me apetecía volver a dejarme cubrir por la voz singular y abrigada de Nina ahora que los días se vuelven fríos. Me he visto de nuevo empachado de Nina, pero en absoluto harto de su manjar musical.

Dios, esta mujer era una artista extraordinaria. Me refería a ella hace tiempo del mismo modo y me reafirmo. Su modo de cantar y saltar de una emoción a otra con fascinante facilidad, incluso en la misma canción, la convierten en una intérprete de lujo. Su piano es suave, pero su voz guarda un carácter imprevisible. O murmuraba hasta el punto de amagar el comienzo de un llanto o, por el contrario, se excitaba como estado previo a un pronto de enfado. Hacía versiones de artistas variados del blues, el jazz y el pop y las convertía en canciones propias (I put a spell on you, Ne me quite pas, The ballad of Hollis Brown, Here comes the sun…).

Cada disco suyo, por muy convencional que pareciese, tenía una o dos canciones asombrosas. En alguno de estos álbumes que acabo de volver a escuchar (I put a spell on you y Pastel Blues, de 1965, y Let it all out y Wild is the wind, de 1966) se encuentran joyas de trazo sencillo cubiertas de ese blues espumoso y ese soul terriblemente sentimental que la voz andrógina de Nina Simone y la música libre y cómoda de sus estupendos acompañantes bordaban.


Aquí os dejo dos muestras: un directo de la popular Ain’t got no/I’ve got life y el fragmento de la magnífica película El secreto de Thomas Crown con la perfecta decoración musical de Sinner man, un tema espectacular que Nina parecía no querer terminar de cantar hasta más allá de los diez minutos de duración.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Sinnerman", gloriosa oración vestida de una más gloriosa canción. Gloria a Dios por Nina :)

Anónimo dijo...

Curioso...curioso...Estos últimos días también me he dejado envolver por la voz que espera en alguno de estos discos. Un saludo...y hablamos.

Anónimo dijo...

Dos magníficos temas de una más que sugerente mujer...
Me ha venido a la mente la imitación que de Nina hace Julie Delpy en la escena final de la magistral "Antes del atardecer"...