El acontecimiento musical de este 2025 es el reencuentro de Noel y Liam Gallagher, reunidos sin enfados (se supone) tras 16 años de ruptura para llenar la caja (y quizá volver a enfadarse) con una gira de conciertos de Oasis en la que dejarse más de un sueldo para palpar la entrada. Acaba de arrancar la fiebre y durante un rato me he preguntado: ¿Me gustaría estar ahí, en uno de esos conciertos, entre la multitud? En la respuesta se juntaron la nostalgia y la pereza, un impulso de locura y una frenada de sensatez.
Por un lado, me vi de nuevo apretado entre cuerpos, testigo del éxtasis y devorado por la potencia de las guitarras y la presencia de la banda. Joven de repente, con fuerzas y entusiasmo, afortunado de estar en el lugar y en el momento, con la música deteniendo el tiempo. Por otro lado, me vi tan distante ante una pantalla que me ofreciese unas imágenes de ese concierto, o el concierto completo. Lejos de ser el joven que vive la experiencia única de un concierto mayúsculo e irrepetible en el que la música todavía es capaz de sorprendernos. En el triunfo, pues leemos que el primer concierto contentó a todos... so long Gallaghers!
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