lunes, diciembre 30, 2024

ESTOS DISCOS QUE NOS DEJA 2024 ESTÁN MUY BIEN...

 ... Sí, como cada año guardamos en este blog para la posteridad unas cuantas colecciones con mimo y admiración, música para conservar en el recuerdo y para volver a escuchar cada poco tiempo cuando el cuerpo nos reclama excelencia. Sin orden. Sin cupo cerrado. Todo placer.

Contados álbumes nos han volado la cabeza, pocos nos han llevado al éxtasis, y un buen grupo de trabajos nos deja verdaderamente satisfechos. Del 7 al 8,5 se llena un pesado saco de discos que, según el momento, pueden cambiar de nota sin perder la notable calificación.

Así que atrás queda otro año y se acerca uno nuevo con dudosas perspectivas.

Disfrutamos mucho con Paul Weller, Native Harrow y The Cure.

La pasamos muy bien con Jon Muq y Jeremie Albino.

Con Waxahatchee y Hurray for the Riff Raff.

 


Y con estas otras chicas, Sarah Jarosz, Norah Jones y Gaby Moreno.



Bravo por Fontaines DC y por David Gilmour.

Por Chuck Prophet & ¿Qiensave? y Nathaniel Rateliff & The Night Sweats.

 


¡¡¡Feliz nuevo año a tod@s!!!

sábado, diciembre 28, 2024

UN DISCO PARA COMPARTIR CADA DÍA


Algún día, si entre mis inquietudes y necesidades se encuentra la gestión de una red social que nada tenga que ver con este cuaderno, sería algo así como este canal: soundwavesoffwax. Me entero de esto, conozco el deseo de Jula, compartir con quienes le sigan en una red las impresiones que le producen los discos que su padre guardó mientras vivía, unos 10.000 vinilos legados y apretados en estanterías. Escoge uno cada mañana y lo escucha, y lo que piensa y siente, lo que le transmite, lo graba para que los demás sean partícipes. Siente así a su padre vivo, es capaz de acercarse a aquello que él también sentía. Ya digo, quizá algún día, con mucho tiempo por delante y la calma suficiente para dedicarle una hora diaria a un disco, yo también cuente con un canal para compartir mi música, un soplo de la vida.

lunes, diciembre 23, 2024

VOLUME ONE 681: OUR TIME IN THE SUN (JEREMIE ALBINO)


Raro es que la fábrica musical de Dan Auerbach me deje indiferente. Siempre hay algo en sus lanzamientos anuales que seduce por su frescura ambiental o su espíritu retro. Esta temporada hay razones para afianzar la fe (Jon Muq) que compensan cierta falta de sabor (Hermanos Gutiérrez). De la cadena productiva de Easy Eye Sound (un fenómeno que merece estudio en las enciclopedias de música) siguen saliendo nombres para el arraigo y el entusiasmo. Jeremie Albino está en ese grupo y su Our time in the sun (2024) se revela como uno de los trabajos más estimulantes del sello de Auerbach y, por extensión, de este año.

Albino es canadiense de origen filipino. No hay exotismo sanguíneo que se le resista al 50% de los Black Keys. Me pregunto cómo surge la conexión: ¿es Auerbach quien descubre chispazos de talento merecedores de ser apadrinados o son esos talentos anónimos ansiosos de darse a conocer los que se acercan al productor para seducirlo y encontrar su oportunidad? Las mejores apuestas, como la de Jeremie Albino, rebosan calidez en cada tema (deliciosos Lay me let my head y Dinner bell), un eco analógico en su huella sonora que empapa los retazos de soul, country y folk (mezclen las corrientes como deseen) en este álbum fabuloso.

Nota: 8,5/10

SOUNDTRACK 284: SOLO ASESINATOS EN EL EDIFICIO


No nos da horas el día para invertir el tiempo de ocio en distracciones televisivas, y cuando las tenemos las repartimos, aunque de forma espaciada, en el seguimiento de una serie. Muy pocas han caído bajo nuestro radar últimamente, así que destaquemos las buenas sensaciones que nos deja una ficción como Only murders in the building (Solo asesinatos en el edificio), entrañable e inteligente comedia criminal financiada e interpretada por el trío de sus protagonistas: Steve Martin, Selena Gomez y Martin Short.

Tenemos un lujoso edificio de Manhattan, el Arconia, de esos en los que se paga por respirar, un poco pijo, para millonarios retirados. Un crimen sacude a la comunidad y quienes lo investigan son los responsables de un podcast entre los que se encuentran una antigua estrella de televisión y un director teatral. La intriga avanza con giros y sorpresas, ninguna forzada, toma vericuetos impredecibles y crea misterios nuevos complicando la investigación. Gomez, Martin y Short, acompañados de un eficiente elenco de secundarios, conducen la trama con más templanza que excesos para conjugar suspense y humor.

Hay cuatro temporadas de Only murders in the building, y nos ha dado tiempo por ahora a disfrutar de las dos primeras, calentitos en ese acogedor edificio con misterios en cada habitación.


miércoles, diciembre 18, 2024

VOLUME ONE 680: HEAVEN, OR SOMEPLACE AS NICE (JOSH RITTER)


La Liga de los músicos sin mácula, aquella en la que ni siquiera nuestros artistas favoritos entran porque alguna vez han firmado un sonrojante patinazo, tiene plaza para Josh Ritter. Busquen alguna salida de tono, no la encontrarán en su docena de discos. El notable es la nota alrededor de la que giran sus trabajos, desde primerizos ejemplos como Golden age of radio (2001) hasta recientes diamantes como Spectral lines (2023). Poco más de un año después de este álbum, Ritter adopta una actitud igualmente reposada, si cabe más adormecida, como en la calma de un retiro, para servirnos otro buen disco, Heaven, or someplace as nice (2024).

Aunque esta vez a su nuevo álbum se le eche en falta algo de músculo y se le añore un enchufe de corriente eléctrica, Ritter se toma las cosas sin prisas, con canciones de fino trazo y elegante hechura, a las que contribuye en cuatro de sus nueve cortes el guitarrista de jazz Bill Frissell. Es en uno de ellos, Only a river (pieza que Bob Weir ya elevaba en su disco Blue Mountain), donde el disco alcanza su pico de excelencia. Ese cielo del título es quizá, el lugar donde el oyente y el propio Josh parecen sentirse con el murmullo de las cuerdas.

Nota: 7/10

lunes, diciembre 16, 2024

LIVE IN 307: ROD STEWART, A CORUÑA 2024


A propósito de Rod Stewart en mi ciudad, en un buen concierto, con una banda de alto nivel y un carismático artista de primera categoría al frente, me pongo a pensar...

Pocos conciertos me quedan por delante para sorprenderme y entusiasmarte, me temo (será que el historial es largo y la capacidad de asombro más escasa). Un gran recinto, aunque sentado cómodamente en buena posición, no es el mejor escenario para deleitarse con la emoción auténtica de quien interpreta; me falta sudor, aguante, o energía juvenil. Me sobran las luces que salpican la oscuridad desde las pantallas, ese vicio que distrae de la esencia. Uno que iba con la invitación de quien cubre el evento para un medio se pregunta: ¿estamos dispuestos a pagar 80 euros por reposar el cuerpo y hasta 136 por ver en pie a un músico a unos pocos metros? Bueno, el recinto para 8.000 espectadores estaba casi lleno.

En cuanto al concierto de Sir Rod, sabíamos que poco o nada habría de rock tabernario, mucho de versiones bien escogidas (Downtown train y I'd rather go blind en cabeza) y una ejecución profesional para contentar a una audiencia de exigencia media-alta a estas alturas de la vida en el DNI de los asistentes. Blues, soul, pop, disco, rock y un músico al que no le fallan ni las fuerzas ni la garganta. Bien por Rod Stewart, te he visto enfrente, y me doy por satisfecho.

sábado, diciembre 14, 2024

BONUS TRACK 299: PARADISE OUTLAW (PIETA BROWN)


Si a este álbum le acompaña la etiqueta "ayer y siempre" pese a haber visto la luz años después de la andadura de este blog se debe a que en ese momento de alumbramiento, 2014, se nos pasó inadvertido, y tampoco habíamos probado ni una gota de la música de Pieta Brown. Le sienta bien esta misma etiqueta a Paradise Outlaw (qué fantástico título) porque su sigilosa atmósfera no pertenece a tiempos concretos, flota en una nube solitaria sin dirección definida y transmite un excitante placer.

Y quietud, sosiego, desde las suaves acústicas a los pellizcos eléctricos que hacen temblar el hilo metálico de lo cercano y confortable. Este disco de hace diez años era ya el sexto de Pieta Brown, otra de esas vocalistas y compositoras que ha convertido en territorio apacible la red de raíces que se estiran hacia numerosos carriles del folk y la americana. Bo Ramsey, otro discreto artesano de las cuerdas, abrigó a Pieta como productor en este y otros álbumes, y ella, serena intérprete, arropara por Justin Vernon y Amos Lee en tres temas, consigue, aunque tarde, conquistarnos.

miércoles, diciembre 11, 2024

SOUNDTRACK 283: UNA DE FRANK CAPRA


Hoy he visto una película de Frank Capra. Puede que hayan pasado quince o veinte años desde la anterior de sus películas que vi, y han sido más de una veintena. No se trata de juzgarlas esta vez, de ordenarlas de mejor a peor en una lista en la que todas me parecen excelentes (Juan Nadie, Vive como quieras, Un gángster para un milagro, Sucedió una noche, Horizontes perdidos...). O me lo parecieron en su momento. Y, la verdad, la mayoría no quiero volver a verlas para no dar oportunidad a que el día de hoy destroce la belleza de los recuerdos.

Con el filme de Capra que acabo de ver, uno muy antiguo que nunca debió de emitir ninguna televisión y que me encuentro en una plataforma, vuelve a mí aquella sensación de ilusión y expectación que me invadía cuando las cadenas emitían viejas películas de aquellos maestros del cine cuya huella nunca se ha perdido y otros que vinieron después han heredado. Regresa el placer de un pasado juvenil en el que el cine ocupaba mucho tiempo en nuestras vidas, sus historias de fe y esperanza, de buena gente frente a villanos aprovechados. Ficciones que creíamos auténticas, un mundo paralelo en salas de proyección a oscuras.

La mujer milagro, se titula, con Barbara Stanwyck derrochando verborrea entre humanos necesitados de fe. Y Capra, siempre, su maestro detrás de la cámara.

domingo, diciembre 08, 2024

BOOTLEG SERIES 129: LUCINDA EN ABBEY ROAD


Habría que instaurar experimentos (pruebas, juegos, competiciones) como estos: versionar a los músicos más versionados de la historia y que los oyentes aprobasen y suspendiesen, con diferentes notas, a los intérpretes que se atreven a orientar viejas canciones hacia nuevos rumbos. Esto ocurre de siempre, y Lucinda Williams lleva unos años, desde que la salud no le deja rendir al cien por ciento, llenando de versiones de Dylan, los Stones y otros su propio jukebox. El séptimo volumen de esta especial caja musical presenta a la propia autora en los mismísimos estudios de Abbey Road de Londres para revivir (como miles de músicos de todo pelaje en cada rincón del planeta) media docena de canciones de The Beatles.

Así que no cuestionemos a una intérprete veterana de primera categoría por meterse en la piel de algunas de esas canciones que, como a muchos y muchas de su generación (y tantos que vinieron después), forjaron su personalidad y su oficio. Eso es lo que tiene Lucinda Williams Sings The Beatles from Abbey Road (2024), oficio, y respiración rockera, y emoción auténtica. Hacen vibrar, por ejemplo, Yer blues, Don't let me down y While my guitar gently weeps (¡cómo no!) pero enfrían Let it be o Something. Yo le doy un aprobado alto... será que los Beatles y yo no crecimos juntos.

martes, diciembre 03, 2024

BONUS TRACK 298: TIGERLILY (NATALIE MERCHANT)


Esta mujer que nos clava los ojos, entre desafiantes e incisivos, desde la portada de su primer disco viaja en la memoria hasta aquellos primeros años universitarios, cuando aquel álbum de los 10,000 Maniacs acompañaba las tardes en la habitación de la casa de un amigo con pocas ganas de estudiar. El grupo y Natalie Merchant tuvieron después poco peaje por mis horas musicales, pero cuando pidieron permiso para sonar siempre fueron bien recibidos. En 1995 ella dejaba atrás a su banda y sellaba con su nombre Tigerlily, un álbum impoluto, de una limpieza bautismal, elegante en sus hechuras, profundo en su interpretación. San Andreas Fault, Carnival, I may know the word... irradian una plácida serenidad. Motherland, seis años después, era otra gema delicada en la carrera poco ensalzada de una artista que se acomodó en su modestia.

lunes, diciembre 02, 2024

LOS MEJORES ÁLBUMES DE LA HISTORIA


No, no vamos a enumerar los mejores álbumes de la historia. No sabemos cuáles son los mejores, solo los que más nos gustan. Otros foros se dedican cada cierto tiempo a vendernos un listado grande, 500 unidades, categorizado como lo supremo entre lo mejor, la mejor música de la historia, que incluye pop, rock, folk, jazz, blues, rap, electrónica y algún género más.

En septiembre de 2005 compré un número especial de la edición española de la revista Rolling Stone que incluía una lista de "los 500 mejores álbumes de la historia" según el criterio de músicos, creadores, productores, periodistas y responsables de discográficas. En 2023 la misma publicación repitió lista con votos de personas de cargos o condiciones similares; entendemos que no serían las mismas personas que 18 años antes, quizá alguna sí. 

La lista cambió, por supuesto, porque en casi dos décadas cambia, entre otras cosas, la forma de consumir la música, así como la importancia temporal o la repercusión de determinados músicos y sus discos. Llama la atención que álbumes previos a 2005 que antes no figuraban entre esos 500 ahora sí aparecen; o que discos que primero estaban en el puesto 38 descienden al 483, del 64 al 489. ¿Tan mal han envejecido, ya no son tan tan buenos ahora?


 

Vamos a los primeros puestos: uno que antes estaba en el puesto 33 ahora solo baja al 47; en cambio otro buen disco que merecía el puesto 81 ha repuntado dos décadas después hasta el 46. Vaya, el mejor disco de la historia según la última encuesta de esta revista es What's going on de Marvin Gaye, número 6 en 2005. El puesto 2 es el mismo en un año y otro: Pet sounds de los Beach Boys. Y el 3 es Blue de Joni Mitchell, aupado desde el 30 de hace 18 décadas. ¿Cómo se explica esto?

Un par de fluctuaciones más en este juego habitual de las listas que no sirven para nada pero tienen su gracia. Los Beatles tenían cuatro álbumes entre los diez primeros en la lista de 2005, ahora solo uno, que antes era el número 14 (¿qué pasa con los otros extraordinarios discos de los Fab Four?). Bob Dylan tenía dos y el único que ahora tiene sube desde la posición 16. En el top 10 actual solo se mantienen los trabajos de Gaye y los Beach Boys, el resto, como vemos, han subido desde las plazas antes mencionadas o desde la 56, 17, 25, 72 y ¡¡312!! que ocupaban Stevie Wonder, Nirvana, Fleetwood Mac, Prince y Lauryn Hill respectivamente. Y el 1 de antes es ahora el 24.

Por supuesto, ni en una ni en otra lista aparecen aquellos otros buenos discos que alguna vez, y también ahora, nosotros hemos considerado que sí son los mejores álbumes de la historia.