jueves, abril 25, 2019

LIVE IN 229: DYLANOFILIA

Lo mío es filia, no frikismo. Soy fiel seguidor, no voraz enfermo. Lo adquiero, sin derrochar. No beso el suelo por el que pisa, sé lamentar lo que no merece tenerse en cuenta. A veces, según venga, mi fe se acerca al culto a la divinidad. En algo hay que creer. Y siempre, siempre, me guía.

Este es un post dylanófilo, un pequeño capricho, ahora que vuelve al país a tocar (y no a posar para la borreguez tecnológica), y que en unos días lo volveré a ver muy cerca de mi ciudad. Será la séptima vez en justo 20 años, y me he permitido el gusto (sí, algo friki para variar) de repasar nuestros encuentros. Permítanme los cómplices... y los que no.

He acudido a seis conciertos de Bob Dylan (1999, 2004, 2006, 2006, 2008, 2017), entre los que tocó 101 canciones (41 de ellas una sola vez y ninguna las seis veces, solo Like a rolling stone y Highway 61 revisited sonaron cinco veces, y solo una vez temas como Ballad of a thin man y Desolation row, que me hubiera gustado escuchar más veces) y, según los 'set list' de su gira actual, añadirá otras siete. Fue en Santiago, León, Valladolid, San Sebastián, Vigo y Oslo. Después de las dos últimas veces pensé que sería la última vez que lo veía. Ahora lo pienso con más convicción. En esta historia de nunca acabar.

1 comentario:

J Aybar dijo...

Reconozco que me cansa un poco el dylanismo. Entiendase por ello la pasion exacerbada y continua acerca de cualquier lanzamiento del mito. El análisis milimétrico de la grabación, sonido, prensa y arreglo del doble bajo de tal o cual tema que ahora si que si ... lo juro por mi madre ... suena como debería. Creo que esto hace que me haya apartado algo de él en los ultimos años. Me hace sentir como "fuera del club". Dicho esto, si, es una gran noticia poderlo ver de nuevo que en mi caso será solo la tercera .. y si, lo espero con ganas.