
Su reciente matrimonio y su traslado residencial a España, al Puerto de Santa María en concreto, rodean la gestación de Subtítulo, un menú de canciones veraniegas, literatura sencilla y voces cálidas, instrumentación clara y entornos pacíficos, melodías para disfrutar en las terrazas bajo un manto de sol y rodeado de las voces risueñas de las chicas en bikini y el rumor de las olas surferas, aceitunas patrias o helados derretidos.
Las caricias musicales de Josh Rouse, con Brad Jones de nuevo en los controles y las teclas y apoyado por sus pocos músicos de confianza, pertenecen a otra época, se cargan de sensaciones inusuales y se reciben como un bálsamo contra el estrés entre los ruidos de estos tiempos. El bienestar de su vida en otro ambiente se percibe en los tres cortes iniciales, Quiet town, Summertime e It looks like love y el reposo se apodera de La Costa Blanca, El otro lado o la más mustia Jersey Clowns. Un frescor delicioso. Sólo le achaco sus escasos 33 minutos.
Nota: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario