
Lo siento, ya no nos entendemos. Lo que me ofreces ya no me atrae, no es como cuando éramos jóvenes, cuando nos llevábamos tan bien y pasábamos tanto tiempo juntos. Yo era muy cariñoso contigo y no hacía más que pensar en ti y a ti te gustaba que te mimara tanto. Te quería más que a nada. Pero todo se marchita y ese desgaste no se puede reparar. Me aburres, no me dices nada, no encuentro respuestas en ti. La vida tiene estos ciclos. Ya no hay más sesiones en la sala, no para mí. Quizá algún día nos volvamos a encontrar, a ver qué ocurre entonces.